jueves, 21 de enero de 2010

Para esa persona especial...

El recuerdo.

En las horas
en que el paisaje se vacía
-todo se lo han llevado las nubes-,
los objetos de familia,
las palabras íntimas.
En una soledad de todas las cosas,
ciego, mudo, sólo me quedan unos cuantos dedos
para tocar las piedras y las rosas
que tú tocaste
o que solamente rozó el viento
de suave gloria que te trajo.
En la desaparición del panorama que fueron mis ojos;
en la interrupción del viaje de música
que fueron mis oídos;
en la pérdida de todo idioma
(acaso por una bagatela de ortografía),
me rodean las horas
sin tiempo y sin clima
para entregarme
el tacto de las piedras y las rosas
que tus pies y tus manos
tocaron
o que apenas rozó el viento
de suave gloria que te trajo.
Tu ausencia ha dejado sobre las piedras
una florecita que tal vez es negra.
Y en la vida
de la piedra y la flor tras de tu sombra,
mis manos ven y oyen y graban un signo
que compendia todas las cosas.
En las horas,
en que se perpetúan los instantes
de tu ausencia presente de paloma.

- Carlos Pellicer en Hora y 20-

1 comentario:

  1. normalmente no me gustan los poemas que tienen el mismo vers dos veces.... pero esto no es normalmente... en hora buena! muy bello es...
    suerte salvador, sigue asi

    ResponderEliminar