Savia huyendo por el hexagonal
iris de las legumbres y las verduras;
senderos ocultos en donde
el viejo olivo se masturba
y los retoños de los nogales
buscan sorprender al amor
a la anunciación de las
primeras lluvias.
Desde entonces la añoranza
legitimó sus palabras
de inocentes esplendores,
tuvo el grano de la dicha
y la perpetuidad de la aventura.
- Alonso Vidal-
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