A veces me convenzo de que entre tú y yo
lo mejor es la distancia y el silencio,
la una, porque nos permite construir con pensamientos
lo que con manos y besos no encontramos,
el otro, porque con él evitamos lacerarnos.
que veía en tus labios incendiados,
perfectos para romperse en mis labios de agua,
en mis mejillas asustadas y en cada una de mis palabras.
Con recelo resguardo esa nostalgia,
esa ansiedad, esa distancia y ese silencio
en los vientres polimórficos de frascos de
de colores cálidos.
Y es que la verdad me tiene sin cuidado
tu noche oscura de luna ciega.
-El poema es mío, la ilustración, de mi amiga Diana García-
este esta bueno
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