Me hallo perdida
en la selva de lo incierto,
reunido un trazo encontrado
en el vientre de aquel árbol
construido con murmullos.
Dos silencios llenan la arboleda:
la presencia del pálido canto
y la ausencia del aire tibio.
Reminiscencias distendidas
en el arenal de los recuerdos
buscan liberarse
del
sucio fango concebido
en un parto erróneo.
Intentan alcanzar su redención.
-Mío-
jueves, 21 de enero de 2010
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